El viernes 7 de abril de 2017 a las 4:40 a.m. dos destructores de los Estados Unidos navegando por el Mediterráneo Oriental lanzaron 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Al-Shayrat, en la provincia de Homs, de los que alcanzaron su objetivo 23. De acuerdo con el maestro William Lilly, en la carta sacada para el lugar atacado a la hora en que se hicieron los primeros disparos, "el regente del Ascendente, los planetas allí ubicados y la Luna se toman para el consultante o atacante; la casa 7, su regente y los planetas que estén allí ubicados, para el adversario" (Astrología Horaria, capítulo XXX "La casa siete y sus preguntas"). Por tanto las fuerzas armadas de los Estados Unidos son el Ascendente en Piscis, cuyo regente tradicional es Júpiter; las fuerzas armadas de Siria y sus aliados de Rusia son la casa 7 en Virgo, cuyo regente es Mercurio.
Júpiter está retrógrado en la casa 7 en oposición al Sol y a Urano, lo que indica que quien tiene las de ganar en esta guerra es el adversario. Curiosamente ese Júpiter estará estacionario durante gran parte del año en curso sobre el stellium natal del presidente de Rusia Vladimir Putin en Libra, señalando que su apoyo al gobierno de Siria es fundamental. Por el contrario, Mercurio está fuera de la casa 1 y no recibe aspectos inarmónicos. Mercurio está en cara o decanato, mientras que Júpiter está retrógrado y no goza en ese grado de ninguna dignidad esencial.
El punto de la fortuna está en la casa 8, lo que confirma que las bajas causadas entre sus defensores han sido escasas.
La casa 10 es el comandante del ejército atacante, donde está Saturno retrógrado en cuadratura con Venus y Quirón en los últimos grados de Piscis. Esa posición de Saturno indicaría, según Lilly, que "el comandante del ejército en el que lucha el consultante será un inepto total y tan poco digno de confianza que solo acarreará desgracias". Ciertamente la decisión del presidente Trump de lanzar este ataque ha sido harto discutible, y el juicio astrológico lo confirma.
El nodo lunar negativo está en la casa 12, lo que, siempre según Lillly, indicaría que "el consultante puede esperarse alguna trampa o emboscada por parte del enemigo".
El nodo lunar positivo y la Luna en la casa 6 indican que la munición empleada ha sido de mucha calidad, aunque parece que no ha sido todo lo efectiva que se suponía.
Por último, y aunque en la época de Lilliy no se conocieran esos planetas, Urano en la casa 2 indica que los medios con los que cuenta Estados Unidos para iniciar una guerra no son los adecuados y se puede llevar sorpresas desagradables; Plutón en la casa 11, que los aliados con que cuenta en la zona tampoco son de fiar; Neptuno en la casa 1 junto al Ascendente en Piscis, que el mando de las operaciones está desorientado y se hace falsas ilusiones.
Genial. Estaremos atentos a la guerra para ver si el método de Lilly ha funcionado. Tengo pendiente leerlo y con tu texto me han entrado muchas ganas de hacerlo ya que solo he leído el prólogo y algunas páginas.
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