Mayo del 68, primaveras árabes, 15-M y septiembre de 2019

Aunque 50 sea un número redondo bastante goloso para los amantes de la numerología y las bodas de oro de mayo del 68 se cumplan en 2018, será en septiembre de 2019 cuando se repita una situación astrológica similar a la de mayo de 1968. Entonces como en el verano de 2019 se da una T entre Marte-Mercurio, Neptuno y Júpiter, con Júpiter en el apex y en cuadratura menguante respecto Neptuno, con Marte, Mercurio y Lilith actuando como detonadores.

6 de mayo de 1968

29 de agosto de 2019

En astrología mundana Júpiter el señor del Olimpo es la autoridad, los magistrados, la Iglesia, la religión, el ambiente científico; por ser regente de Sagitario es sobre todo el magisterio intelectual. A Neptuno se le ha atribuido modernamente la co-regencia de Piscis, el otro signo regido por Júpiter; podría ser considerado por tanto una octava superior de Júpiter. Neptuno está relacionado también con la religión, y con las ideas y creencias en general, pero en un sentido más radical: sería el planeta del fundamentalismo, de las ideas mesiánicas, o de las utopías (por ello se lo relaciona con el socialismo). Una cuadratura de Júpiter y Neptuno indica un momento en que lo establecido es puesto en cuestión. No obstante, el ciclo Júpiter-Neptuno solo dura 13 años y estos aspectos tensos pueden repetirse cada pocos años sin que esa crisis de la autoridad tenga especial relevancia; para que la cosa pase a mayores y haya un enfrentamiento tiene que intervenir Marte, para que el asunto tenga relevancia mediática y se impliquen los intelectuales tiene que intervenir Mercurio, y para que la situación se salga de madre, estallen revueltas y se movilicen las masas tiene que intervenir Lilith. Es de esperar por tanto que estalle otro mayo (en agosto-septiembre), o por lo menos que el verano del año que viene sea especialmente caliente en lo social.

La configuración de mayo de 1968 y la de septiembre de 2019 son muy parecidas, pero no idénticas del todo. Ambas tienen a Marte y Mercurio en signo de tierra (Tauro en 1968 y Virgo en 2019), Júpiter en signo de fuego (Leo en 1968 y Sagitario en 2019), Neptuno en signo de agua (Escorpio en 1968 y Piscis en 2019) formando una T, con Lilith implicada, y con Plutón en signo de tierra (Virgo en 1968 y Capricornio en 2019) en sextil con Neptuno y trígono a Marte. La gran diferencia es que en 1968 Plutón formaba conjunción con Urano, y en 2019 la forma con Saturno. Revueltas puede haber muchas, pero si la de 1968 tuvo tanta trascendencia a largo plazo fue porque esa T coincidía y formaba sus aspectos con una conjunción entre planetas lentos, de las que marcan las grandes etapas de la historia. Otros cambios de ciclo han sido más tranquilos, o coincidieron con acontecimientos de otro tipo. El cambio de ciclo de los años 60 vino acompañado de revueltas, con un momento álgido a mediados de 1968, porque coincidió con esa T de Júpiter, Neptuno y Marte-Lilith.

El ciclo Urano-Plutón está en torno a los 127 años y está relacionado con las grandes corrientes ideológicas, sociales, culturales o científicas. Urano y Plutón hicieron conjunción en torno a 1455, 1597, 1710, 1850 y 1965, señalando los grandes periodos históricos que podríamos etiquetar como el Renacimiento y la Reforma, la Contrarreforma y el Barroco, la Ilustración y el Siglo de la Luces (significativamente la masonería fue fundada el 5 de julio de 1717), el Positivismo (de derechas o de izquierdas) y la Modernidad. La próxima conjunción Urano-Plutón será en 2104, por tanto tenemos Modernidad, o como queramos llamar a las grandes corrientes culturales e ideológicas que irrumpieron con fuerza a partir de los años 60, para rato.

El ciclo Saturno-Plutón es de 32 años y está relacionado con los grandes cambios geopolíticos. Saturno y Plutón estaban en conjunción en Tauro en 1617-1618 cuando comenzó la guerra de los 30 años, y volvían a estar en conjunción en Géminis en 1648 cuando acabó; estaban en 1914 en Cáncer cuando comenzó la I Guerra Mundial y en 1946-1947 en Leo cuando, acabada la II Guerra Mundial, las nuevas grandes potencias se reparten el mundo, comienza la guerra fría y es creado el estado de Israel. En ambos casos el reparto de poder entre las grandes potencias de la época cuando comenzó el conflicto no tenía nada que ver con el que había cuando acabó, ni la potencia que lo provocó, aunque fuera entonces la clara favorita y hubiera estado a punto de ganarlo, figuraba entre las vencedoras cuando acabó. La última conjunción Saturno-Plutón tuvo lugar en 1982 en Libra, coincidiendo con la Iniciativa de Defensa Estratégica del entonces presidente de los USA Ronald Reagan (conocida como "Guerra de las Galaxias") y su toma de partido explícita a favor de los entonces llamados "muyahidines" en la guerra de Afganistán; en ambos casos con el objetivo de derrotar a la entonces URSS. La próxima conjunción de 2019 tiene la pinta de que representa el retorno de Rusia como gran potencia heredera geoestratégica (que no ideológica) de la antigua URSS, y el comienzo del mundo multipolar y la decadencia de los USA. Aparte de los elementos locales, yo interpretaría este cambio geopolítico acompañado de revueltas como un "No a la Guerra" masivo a nivel mundial, porque la amenaza de guerra esta vez será global.

¿Tienen algo que ver las primaveras árabes y el 15-M? Pues claro que sí: tienen que ver con el ciclo Urano-Plutón que comenzó en los años 60.  El ciclo entre conjunción y conjunción tiene sus etapas, marcadas por la conjunción (ángulo de 0º), cuadratura creciente (ángulo de 90º), oposición (ángulo de 180º) y cuadratura menguante (ángulo de 270º). En los años 60 Urano y Plutón formaron conjunción en Virgo. Entre 2011 y 2017 formaron una cuadratura creciente, con Plutón en Capricornio y Urano en Aries. Si la conjunción de los 60 fue el inicio de la Modernidad y afectó principalmente a los países desarrollados, la cuadratura de los 10 fue su eclosión en el tercer mundo en forma de primaveras árabes y no sólo árabes ¿Cuándo se había visto antes que en un país árabe un sátrapa cayera por que las masas se echaran a la calle, y no solo por que otros poderes le dieran un golpe de Estado? No obstante, el cambio relacionado con el ciclo Urano-Plutón tiene más que ver con las costumbres, la cultura y las grandes ideas colectivas que con los regímenes políticos. Mucho ha cambiado la mentalidad colectiva (de las masas y no solo de una élite) en los países árabes, incluso en los relativamente poco afectados por las primaveras.

Entre marzo y junio de 2011 se formó una T con Saturno en Libra, Plutón en Capricornio y Urano y Lilith en Aries. La oposición entre Saturno y Urano-Lilith era garantía de revueltas violentas y que en los años siguientes se originaran varias guerras en Oriente próximo, pero si el 15-M en España resultó tan “de paz y amor” fue porque en esa fecha de mayo de 2011 Neptuno en el grado primero de Piscis, y Júpiter, Marte, Venus y Mercurio en torno al grado primero de Tauro, estaban en sextil. En 2019 habrá una T, por lo que el conflicto, al menos en España, se parecerá más a 1968 que a 2011.

15 de mayo de 2011

Por otra parte, tanto en 1968 como definitivamente en 2019 Quirón estará en los primeros grados de Aries, con lo que tiene de inicio de inicio de un nuevo ciclo. Quirón en astrología mundana es la figura del político en lo que tiene de aprendiz de brujo, de manipulador de la realidad, o de vendedor de demagogia.

En 1968 los planetas de la T estaban en signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio); en 2019 los planetas de la T estarán en signos mutables (Virgo, Sagitario y Piscis). Planetas en signos cardinales indica cambio repentino; en signos fijos indica una situación de estabilidad, firmeza e inamovilidad; en signos mutables indica soluciones, aunque a costa de tener que repetir. Parece que mientras que la revuelta de 1968 no consiguió sus objetivos inmediatos y el Poder permaneció firme, la de 2019 será el semillero de nuevas revueltas que finalmente sí consigan su propósito. Júpiter en 1968 estaba en Leo, indicando que Francia (país de Leo) sería el epicentro de la revuelta pero que su gobernante (De Gaulle) resistiría y saldría reforzado. Júpiter en 2019 estará en Sagitario, indicando que esta vez será más afectada España (país de Sagitario) y su gobernante a la larga caerá.

¿Dónde estará el epicentro de los sucesos de 2019? Pues donde ya suponemos. Las cartas astrogeográficas del 0 de Aries de 2019 y del decisivo eclipse solar de 2 de julio de 2019 en 10º37’Cáncer opuesto a Saturno en Capricornio muestran como zonas del planeta más proclives a que ocurran acontecimientos decisivos en esos tiempos interesantes a México y Centro América, Europa Occidental y el Magreb; Golfo Persico, estrecho de Ormuz, Pakistán y La India; y Japón. Particularmente en Europa Occidental Barcelona será la capital de la revuelta, de la misma forma que París lo fue en 1968.

Eclipse solar 28 de marzo de 1968. París

En la carta del eclipse solar  de 28 de marzo de 1968 en 8º19’Aries levantada para París Urano y Plutón estaban angulares en la casa 10 en conjunción con el Medio Cielo (lugar del Poder) en Virgo, Neptuno estaba angular sobre el Ascendente en Escorpio, Lilith estaba en la casa 6 próxima al Descendente (lugar de los adversarios) en Tauro, y el punto del eclipse y Saturno estaban  en la casa 4, lugar del pueblo y del territorio. En mayo Marte y Mercurio harían conjunción con Lilith en 25ºTauro, junto a la estrella Algol, encendiendo el conflicto.

0 de Aries 1968. París

La carta del 0 de Aries de 1968 levantada para Paris confirma que ese año la ciudad, y en general la zona geográfica en torno a su misma longitud, sería escenario de violencia, porque Marte estaba angular sobre el Medio Cielo en Aries, con Lilith en la casa 10 extendida a Tauro. El Sol en conjunción a Quirón en la casa 9 opuesto a Urano y Plutón en la casa 3 indicaba la trascendencia internacional y gran difusión mediática de los acontecimientos de ese año.

Eclipse solar 2 de julio de 2019. Barcelona

En la carta del eclipse solar de 2 de julio de 2019 en 10º37’Cáncer levantada para Barcelona Saturno y Plutón están en la casa 1 próximos al Ascendente en Capricornio; Urano está angular sobre el Fondo del Cielo, o cúspide de la casa 4, en Tauro, en cuadratura con Marte y Mercurio en la casa 7 extendida a Leo; el punto del eclipse está angular sobre el Descendente en Cáncer.

0 de Aries 2019. Barcelona

La carta del 0 de Aries de 2019 levantada para Barcelona confirma igualmente sucesos violentos ese año, porque Venus (regente del Descendente en Tauro) y Lilith están angulares sobre el Fondo del Cielo, en cuadratura con Marte cercano al Descendente en Tauro. Los tránsitos en la carta natal de Cataluña son así mismo bastante significativos para 2019. 

Por supuesto que no será Cataluña el único lugar donde pasen cosas, pero eso lo dejamos para otra entrada.

Continuará