Un año que empezó con la muerte de David Bowie no podría haber sido un buen año.
2016 quedará para la Historia como ese año en el que alguien decía casi a diario "¿a que no sabes quién se ha muerto hoy?"
Bowie, Alan Rickman,Prince,Leonard Cohen, Manolo Tena, Glenn Frey, Paul Hartner,Maurice WhiteGeorge Michael,Carrie Fisher,su madre Debbie Reynolds (con sólo un día de diferencia), Gene Wilder...la lista es interminable. Es imposible poner todos los nombres de las celebridades vinculadas al mundo del arte que han pasado a mejor vida durante el año, porque sin duda, el pasado 2016, fue un año de muertes.
En Numerología el número 2016 suma y se reduce al número 9, y éste número es aquel que cierra ciclos, que concluye, es el destino, el final de los finales. Se cierra un ciclo entero, un ciclo de nueve años. No hay mayor final que la muerte, destino al que vamos a ir a parar todos, Hasta periódicos de renombre como el New York Times o el Telegraph llegaron a publicar artículos acerca de si el 2016 estaba siendo uno de los peores años de la reciente Historia Contemporánea:
En el panorama sociopolítico hemos vivido y sufrido los ataques terroristas de Francia, Bélgica, Turquía, Alemania; y sumamos aquellos que se viven a diario en países más desfavorecidos ubicados en los puntos más negros del planeta que llevan sufriendo la barbarie por años; muchos tiroteos en USA; la crisis de los refugiados, la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y la sorpresiva e histórica derrota de Hillary Clinton, que prácticamente tenía las elecciones compradas; brote del virus del Zika, Panama Papers; unos JJOO en Río que pasaron casi sin pena ni gloria pese al récord histórico de medallas de Michael Phelps; accidentes aéreos que se llevan equipos de fútbol; aviones derribados que se llevan por delante a las voces del mítico Ejército Rojo; espantosos escándalos al descubierto como el horrendo caso del Pizzagate; una crisis financiera que parece no acabar nunca; Telecinco empañándose en emitir la 17ª edición de Gran Hermano y un público empeñado en seguir viendo tal cosa. El 2016 fue el año en el que murió Fidel Castro de manera oficial, y ha sido el año en el que el Reino Unido decidió decirle a la UE "ahí te quedas, que nosotros nos vamos": Brexit, una salida histórica que tendrá su efecto contagio al resto de países de la UE en eventos que empezarán a verse en el 2017. Por ahí estará una tal Marine Le Pen animando a los galos a hacer lo mismo.
En España hemos tenido unas nuevas elecciones, segundas desde las celebradas el 20 de diciembre de 2015. a repetirlas porque aquí ni Caín se decidía por el candidato adecuado y eso que por primera vez en nuestra Historia había más variedad para elegir, finalmente ganó el mismo y ya por desidia; crisis internas en el PSOE y PP más la renuncia de Aznar a la presidencia de honor del partido que será el pistoletazo de salida para la crisis que se vivirá en breves en la calle Génova nº 13 de Madrid (permanezcan atentos a sus pantallas). En 2016 se murió Rita Barberá y se han celebrado tantos juicios por corrupción y se han pillado a tantos políticos robando que esto parecía un Día de la Marmota interminable, como en la película Atrapado en el Tiempo. Bucle Infinito.
En la próxima Gala de los Oscars habrán como quince minutos de entregas de premio más dos horas de memoriales recordando a todos esos artistas que nos han dejado. Estamos en 2017 oficialmente en todo el planeta y no se ha visto que Clint Eastwood sea Trending Topic, empieza bien año.
Todo este rollo que os acabo de soltar es el recuento de lo que ha sucedido en el panorama socio-político internacional, pero ¿y a nosotros?, ¿qué han vivido los seres humanos de la vida real y cotidiana?. Desempleo, contrarios precarios y trabajos basura con sueldos de pena; treintañeros llamados despectivamente "casapapis" porque no pueden permitirse ni la independencia del hogar de sus padres y encima reciben burlas; colas interminables tanto en el INEM como para entrar en el comedor social; muchísimos divorcios, depresiones, desgana para todo; amigos que se han quedado en el camino, porque de la crisis económica todo el mundo habla pero de la crisis social y de valores ya nadie dice nada.
La sensación unánime que recorría el mundo a pocas horas de que acabara el año era la de agotamiento, derrota, tristeza mezclada con algo de esperanza por lo que estaba por venir, y sobre todo unas ganas locas de salir corriendo del ya pasado 2016 porque no se veía la hora en la que se fuera de una buena vez.
¿Qué eventos astrológicos contribuyeron a toda esa suerte de desgracias?
La pasada primavera tenía lugar el final de la Gran Cruz Cardinal que duró desde abril del 2014 para dar paso a la Gran Cruz Mutable, sufrida por los signos Géminis, Sagitario, Virgo y Piscis (os recordamos que no ha terminado); esa cuadratura es la que ha apretado las tuercas a estos signos que son tan buenos para el cambio, si bien los Aries, Cáncer, Libra y Capricornio son buenos para dar comienzo a algo, los mutables son los supervivientes que se adaptan al medio. Por lo que los valientes signos mutables que no dudaron en echarse hacia adelante para vivir nuevas aventuras se encotraron con que Saturno en Sagitario cuadrando a Neptuno en Piscis y Júpiter en Virgo les estaban parando los pies haciendo de la adaptación una tarea pesada de la que salieron desilusionados, faltos de esperanza y fueron recibidos por una buena dosis de realidad. Quirón en Piscis contribuyó a esa herida en la que sueños y esperanzas quedaban hechos trizas por completo.
Este combo cósmico de adversidades no era más que un aviso para que parásemos los pies, pues en vez de comenzar, en un año tipo 9 se debe concluir, se debe cerrar y finalizar. De ahí a que cuando uno se disponía a empezar algo nuevo ésto recibía un parón, se torcía el plan, llegaba la gran bofetada.
Es el año del cierre, el fin, la muerte como cambio de un plano a otro, como destino final. Ahí pudimos ver cómo se marchaban de la Tierra los ídolos de toda una generación como si de una tarea de fin de la inocencia se tratase para dar paso a un tiempo de madurez.
Urano en Aries y habiendo pasado buena parte del año en estado retrógrado ha sido otro gran causante de sorpresas desagradables con retrasos importantes en tareas que requerían de un cambio urgente y radical, y no ha querido ser el único sin participar en una cuadratura, pues se ha unido a Plutón nada menos para ponernos las cosas bien difíciles. Plutón transitando por Capricornio está destruyendo al poder mismo y al mundo financiero tal y como los conocemos; y cuando Plutón actúa suele considerarse necesario, pues es un planeta que llama por naturaleza al despertar y su llamada es urgente, brusca, es algo que debe suceder ya.
¿Qué sucede si Plutón cuadra a Urano?.Urano es el destructor, irrumpe sin avisar y le da igual lo que se lleve por delante, pero es también el planeta de la liberación; allá por donde cruce liberará algo que está cautivo en nosotros, algo reprimido y algo que vive aprisionado.
El poder y el mundo financiero son dos sistemas que desde luego necesitan un buen cambio, un reajuste; que la estructura social tal y como está diseñada es algo que nos resulta injusto y todos pensamos que el mundo está podrido es un hecho; la política es un pantano cenagoso lleno de corruptos; las empresas parecen estar plagadas de gente enferma donde el que ha sido promocionado en general ha hecho carrera en la máquina del café y no por méritos propios, que el mercado laboral es una guerra cruda y un drama del que no se habla es otro hecho. Que hoy día se entra a trabajar en las empresas por enchufe es un enorme problema dentro de esta sociedad.
Urano retrógrado y cuadrando a Plutón ha sido ese responsable de que aquello urgente que debería haber sido derribado y cambiado se haya ralentizado, de ahí que aquellos sectores en los que más se necesita dar un enfoque nuevo hayan continuado con su status quo que se ha ido estirando más que el chicle. El cambio no llegaba nunca. Anunciamos que el pasado 29 de diciembre Urano se puso por fin directo y ya para este 2017 se verán avances en este aspecto.
No le echemos la culpa tampoco a este planeta generacional, pues si las cosas no pasan cuando de los cielos se trata es por algo será. Igual no estamos preparados para el Gran Cambio y todavía necesitamos tiempo para reflexionar antes de dar el paso definitivo.
Es como si en el 2016 hubiésemos sido conscientes más que nunca de que el futuro es incierto y el fin está siempre cerca (ups, acabo de parafrasear a Jim Morrison ;) ).
Los eclipses más sonados del año fueron los ocurridos en marzo en el signo de Libra afectando a su vez a Aries, un eclipse que marcó ese antes y después en el mundo de las relaciones, esa pérdida de amigos y crisis pivotal sobre nuestra manera de relacionarnos con el resto del mundo; el eclipse lunar de agosto en Acuario afectando a leo y esa lucha entre el ego y la independencia que empujaba a querer liberarse de ataduras pero sin poder finalmente romper las cadenas; y otro eclipse más ocurrido el 1 de septiembre en Virgo dando de lleno a los signos mutables que paraban el empuje necesario para que nuestros caminos se abrieran.
Todo esto ha sido una lucha en vano. Se ha visto remarcada la soledad, los chascos; una ilusión demasiado alta (Neptuno en Piscis recibiendo palos desde Júpiter en Virgo) que recibía un sopapo tras otro hasta dar con la triste realidad.
2016, ese año incómodo donde los haya, un año del que muchos no guardarán un buen recuerdo. El artículo es algo pesimista, ¿verdad?, pero, ¿acaso no ha sido un año que nos ha dejado sin fuerzas?. Aún así, no desistiremos, porque seguiremos luchando.
El año terminó con Mercurio retrógrado en Capricornio conjunto a Plutón y así ha comenzado el 2017; cuando el planeta de la mente anda como los cangrejos hacia atrás mejor no empezar nada, pues es tiempo para reflexionar. Y tal y como terminamos el 2016 empezaremos el 2017, calma y prudencia de momento.
2016 se fue por fin, fue ese año en el que nos tuvimos que armar de paciencia para esperar a acontecimientos que tendrán lugar en el 2017, el pasado fue eso mismo: un año de espera y de finales.
Urano directo en Aries, se apaga la cuadratura de Plutón-Urano; llega la conjunción de Júpiter en tránsito por Libra con el Plutón natal de los nacidos en el año 1982, Saturno se va alejando de la cuadratura con Neptuno; llega la oposición liberadora de Urano en Aries y Júpiter en Libra; Mercurio sigue retrógrado así que aquello que no se terminó en 2016 deberá ser finiquitad en este año número 1 de comienzos.
Se ha terminado el ciclo de 9 años que comenzó allá por el 2007 y que dio el pistoletazo de salida a la crisis económica mundial que nos devoró.
Comienza el nuevo ciclo de otros 9 años que nos está preparando para la Era de Acuario de 2020. Poneos en pie, que ya llega.
Ya somos Libres.
Nos vemos en las Estrellas.
Lectio Stellae
Te felicito por este post ,rastreando no he encontrado nada tan bien expresado y ACERTADO , soy especialista en el tema y se de lo que hablo. Ademas formo parte de este chicle que si se estira mucho mas se rompera. FELICIDADES
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