He estado
haciendo una revisión acerca de si es posible establecer un hecho astrológico definitorio
del inicio de la era de Acuario. Ciertamente tampoco hubo un hecho astrológico
definitorio del inicio de la era de Piscis, porque a Jesucristo se le pueden hacer
cartas astrales diferentes según el criterio astrológico, tradicional o moderno,
que se emplee, ni fue su nacimiento el único hecho astrológico que hubo. Es
importante saber que para los astrólogos tradicionales lo importante era el
ciclo de conjunciones Júpiter-Saturno, y que las eras de Acuario o de Piscis
son conceptos bastante modernos.
La Astrología
tradicional siempre ha dividido el tiempo histórico en periodos de hasta 960
años, subdivididos a su vez en 4 periodos menores de hasta 240 años, en función
de las conjunciones de Júpiter y Saturno en signos de cada triplicidad que se
repiten cada 20 años. Tras 240 años haciendo conjunción en signos de un
elemento, pasan al siguiente. De fuego pasan a tierra, luego a aire, luego a
agua, y vuelta otra vez a fuego. La conjunción cada 20 años es la pequeña.
Cuando la conjunción al cabo de hasta 240 años pasa a signos de otro elemento
se la llama mediana. Cuando la conjunción al cabo de 960 años vuelve a
repetirse en el mismo grado del mismo signo se la llama grande. Digo “periodos de hasta…” porque en realidad
las conjunciones medias no se suman sino que en parte se solapan; antes de
haber finalizado todas las conjunciones pequeñas en una triplicidad, pueden
comenzar las de la siguiente, de forma que se alternan las últimas de la
anterior con las primeras de la siguiente.
Tan asumido
estaba que las conjunciones de Júpiter y Saturno marcaban los periodos
históricos que se puede encontrar referencias a ello en las obras de los historiadores
clásicos, no solo de los astrólogos. Abd el-Rahman Ibn-Jaldun (1332-1406)
dedica todo el capítulo 52 de su muqadima
(introducción) a la Historia Universal “a las vicisitudes de dinastías y de
naciones, y que incluye una discusión sobre sobre las predicciones y una
exposición sobre lo conocido como adivinación”. :
“La Gran Conjunción anuncia
acontecimientos terribles, como cambios de poder o de dinastía, o el paso del
poder de un pueblo a otro. La Conjunción Media anuncia la aparición de
disidentes, predicadores de nuevos movimientos, o la ruina de las ciudades y de
la civilización que en ellas se asienta. La Pequeña Conjunción indica la
aparición de personas que buscan hacerse con el poder.”
Al año
platónico de 25.776 años dividido en 12 eras de algo menos de 2.160 años cada
una se le llama así porque es un homenaje de los neoplatónicos a su mentor,
pero Platón evidentemente no lo conocía. La Astrología tradicional supo que las
constelaciones se desplazaban respecto del punto vernal (el 0 de Aries) a
partir del siglo 2 AC, cuando Hiparco de Nicea midió la precesión (año 134 AC),
pero no existe nada parecido a una teoría de las eras astrológicas en función
del desplazamiento de las constelaciones respecto del punto vernal hasta
mediados del siglo XIX.
Helena
Blavatsky (1831-1891), la fundadora de la Teosofía, fue quien introdujo en
Occidente el concepto hinduista de Kali-Yuga, la era de oscuridad por la que
aún estamos pasando pero que está a punto de finalizar con la venida de Kalki,
último avatar de Visnú, equivalente al Maitreya de la tradición budista. La
noción de que estamos a punto de finalizar la era de la oscuridad es clave en
la obra de Gurdjieff, de Guenon y en general de todo lo que se dio en llamar
ocultismo.
Rudolf Steiner
(1861-1925), primero seguidor pero luego disidente de la Teosofía, considera
que las eras de la humanidad post-atlante, de 2.160 años cada una, están
marcadas por la encarnación de 4 avatares: Lucifer, Cristo, Ahriman y Sorat. El
mal absoluto es Sorat; Lucifer y Ahriman no son propiamente el mal, sino
fuerzas evolutivas necesarias para la Humanidad, que representan los extremos
del que Cristo es el justo medio: Lucifer es la iluminación
psíquico-espiritual, Ahriman es el intelecto materialista. Steiner situaba la
encarnación de Ahriman para alrededor del año 2000. La encarnación de Cristo
marcó la era de Piscis, como la de Ahriman marcará la era de Acuario.
Como ya hemos tratado en este blog, el nacimiento de Jesucristo puede fecharse en el 7 A.C.
porque ese año Júpiter y Saturno hicieron conjunción en el signo de Piscis. No
obstante, esa era la penúltima (la última fue el 54 D.C. en 28º24’Piscis y en
medio hubo dos en signo de fuego) del ciclo de conjunciones en signos de agua
que había comenzado el 165 A.C. con la conjunción en 8º49’Escorpio del 16 de
septiembre. Ese año tuvo lugar un acontecimiento trascendental en la historia
del Judaísmo, la revuelta de los judíos contra el Imperio Seleúcida, liderada por
Judas Macabeo. Fruto de esa revuelta fue la toma de Jerusalén al año siguiente
y la purificación del Templo (profanado desde el 175 A.C. por los cultos
paganos impuestos por Antíoco IV Epífanes) y restauración del culto a Yahveh,
el 14 de diciembre del 164 A.C. (día 25 del mes judío de Kislev). Ese día se conmemora desde entonces en el
calendario judío como la fiesta de Hanukkah, que suele coincidir con la fiesta
cristiana de la Navidad y se ha acabado contagiando del mismo espíritu consumista.
Se adjunta un enlace para quien quiera comprobar las conjunciones Júpiter-Saturno entre 582 A.C. y 2398 D.C. y si procede, sacar sus propias conclusiones: http://www.astropro.com/features/tables/geo/ju-sa/ju000sa.html
¿cuál fue el stellium que vieron los magos en el
oriente? Entre febrero del 7 A.C. y febrero del 6 A.C. Júpiter y Saturno
transitaron por Piscis, haciendo conjunción triple en mayo, octubre y diciembre
del 7 A.C. Kepler situaba el nacimiento de Jesucristo el 22 de agosto del 7
A.C., porque entonces todos los planetas, salvo el maléfico Saturno, estaban en
su domicilio: Sol en Leo, Luna en Cáncer, Mercurio en Virgo, Venus en Libra,
Marte en Escorpio y Júpiter en Piscis, siendo Júpiter el dispositor de Saturno con
el que estaba en conjunción. Sería la carta natal perfecta conforme a los
principios de la astrología tradicional.
Otros
astrólogos (Koch, Ferrari, Hughes y Seymour), empeñados en interpretar el texto
del Evangelio "nacido de una virgen" como "nacido en el signo de
la Virgen", sitúan el nacimiento de Jesucristo entre el 14 y el 15 de
septiembre del 7 A.C., de forma que el Sol natal situado en 19º Virgo esté en
oposición con la conjunción de Júpiter y Saturno en 19º Piscis.
Julio Hiriart
propone el 18 de abril del 7 A.C., porque ese día a las 15 horas y 18 minutos hubo
un eclipse anular de Sol, de forma que a pleno día pudieron verse todos los
planetas conocidos.
La fecha
preferida personalmente por mí para situar el nacimiento de Jesucristo es el 1
de marzo de 7 AC, porque es el momento de máxima concentración de planetas
(Sol, Luna, Venus, Júpiter y Saturno en
Piscis, y Mercurio cerca en 24º Acuario), lo que representaría la señal
perfecta para el comienzo de la era de Piscis. Ese día los magos verían un gran
stellium sobre el fondo de la
constelación de Piscis (el stellium
de Belén). Ese es el significado de la portada de este blog. Evidentemente un
héroe solar debe nacer con la Luna Nueva anterior al solsticio de primavera.
El siguiente
gran profeta de la era de Piscis, Mohamed, nació el 22 de abril de 571 en la
Meca, bajo una conjunción de Júpiter y Saturno en Escorpio, la primera en signo
de agua en casi 7 siglos. Mohamed pasó desapercibido durante sus primeros 40
años de vida, pues no le fue revelado el Corán ni comenzó a predicar hasta 610.
No obstante los astrólogos suponían que algo trascendental ocurriría ese año
571, y habían predicho que con esa conjunción surgiría un profeta entre los
árabes y alcanzarían el poder, como ya se expuso en este blog a propósito de lacarta natal del Islam.
El año 610 en
que tuvo la revelación la conjunción se repitió, pero no en signo de agua, sino
en Acuario. Por fin la conjunción volvió a tener lugar en Escorpio, en los
13º44’, el año 630, en que es ocupada la Meca, ciudad natal de Mohamed, lo que señala
el triunfo definitivo de su movimiento. El primer califato, instituido a la
muerte de Mohamed en 632 en la persona de su sucesor Abu Baker, está marcado
por esa conjunción en Escorpio de Júpiter y Saturno.
El Califato de
los Abbasidas duró hasta el año 1258, en que los mongoles toman Bagdad y
ejecutan al último califa, Al-Mustasim, coincidiendo con la Conjunción en
signos de aire, concretamente en Libra (signo atribuido a China, el Tibet y
Mongolia). La Conjunción en Escorpio de
1425 marca el restablecimiento del poder del Islam, esta vez de mano de los
turcos otomanos. Constantinopla fue conquistada por el sultan Mehmed II en
1453, a los pocos años de la segunda conjunción en signo de agua, esta vez en
Cáncer. El declive del Imperio Otomano viene a partir del ciclo de conjunciones
en signo de fuego que comienzan en 1603
en Sagitario.
De ponerle
alguna fecha de nacimiento al capitalismo, yo la situaría hacia 1802, porque es
cuando comienza el ciclo de 220 años de conjunciones en signos de tierra que
justo acaba en 2020. El 16 de julio de 1802 Júpiter y Saturno hicieron
conjunción en 5ºVirgo. La última conjunción de Júpiter y Saturno en signo de
tierra fue el 30 de mayo de 2000 en 22ºTauro. La primera en signo de aire por
otro periodo de 220 años será el 21 de diciembre de 2020, en 0º29’ Acuario.
El primero en
introducir explícitamente el concepto de Era de Acuario es Serge Justinien
Raynaud de la Ferriere (1916-1962), fundador de la Gran Fraternidad Universal.
El situaba su advenimiento para el 21 de marzo de 1948, con su propia y modesta
persona como avatar, porque era cuando según sus cálculos pasaba por el punto
vernal la primera estrella de la constelación de Acuario.
Samael Aum Weor
(1917-1977), fundador del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal, reclamó para
sí en 1954 el título de avatar de la Nueva Era de Acuario, situando su
advenimiento para el 4 de febrero de 1962. Ese día había un soberbio stellium en Acuario con Marte, Saturno,
el Sol, la Luna, Venus, Júpiter y Mercurio, comparable al stellium de Belén del 1 de marzo del 7 A.C.. No obstante, había
estado precedido el 19 de febrero de 1961 de una conjunción de Júpiter y
Saturno en 25º 12’ Capricornio; por tanto todavía estábamos ese año en el ciclo
de conjunciones en signo de Tierra.
El único personaje
importante conocido nacido en fecha cercana a ese 4 de febrero es el actual rey
de Jordania, Abdullah II. Nacido el 30 de enero de 1962 en Amman, tiene una
gran conjunción de planetas en el signo de Acuario, y Marte en los últimos
grados de Capricornio participa también de esa conjunción. Es por ahora una
personalidad bastante discreta y moderada que gobierna como puede un pequeño
estado sometido a fuertes tensiones, pero la gran conjunción de Saturno y
Júpiter de 2020 a él le afectará de lleno, y coincide con la llegada de Plutón
a su Ascendente en Capricornio. De haber un monarca para la era de Acuario, éste
es el que más papeletas tiene.
El rey Abdullah
II es descendiente del profeta Mohamed; su familia, los Hachemitas, eran los
jerifes de La Meca, y su bisabuelo Hussein ostentó el título de Califa tras la
destitución del último sultán otomano y la proclamación de la república en
Turquía en 1924. A pesar de ello, no considero que vaya a protagonizar un
resurgimiento del poder del Islam, porque la marea astrológica apunta a todo lo
contrario: no comienza otro ciclo en signos de agua, sino de aire.
Yo me inclino
por situar el inicio de la era de Acuario para el 21 de diciembre de 2020, no
solo porque inaugura un periodo de 200 años de grandes conjunciones en signos
de aire, (exactamente hasta el 2219), sino porque esa conjunción tendrá lugar
en el grado primero. Esta conjunción, seguida del tránsito de Plutón a partir
de 2024, activará el stellium de
1962, pero ahora dentro del ciclo de aire que tocaba.
Y ahora la
pregunta del millón: ¿Qué podemos esperar de la era de Acuario? Pues como en
todo, habrá una de cal y otra de arena.
El regente
tradicionalmente atribuido a Acuario es Saturno. Urano desde que fue
descubierto a finales del XVIII (coincidiendo con la independencia de los USA -
qué casualidad) ha sido así mismo asignado a Acuario. Ambos planetas tienen en
común ser "fríos" en el sentido de ser los antagónicos al Sol,
regente del signo opuesto a Acuario, que es Leo. El Sol en cambio está exiliado
en Acuario. El Sol, el astro-rey, siempre ha sido el planeta de los reyes y las
monarquías; Urano es el gran rebelde planetario. Por tanto, la era de Acuario
será el fin de las monarquías y en general de los liderazgos unipersonales, que
serán sustituidos por las repúblicas y el liderazgo colectivo: las asambleas,
las redes, los 15-M. Para los nostálgicos del "antiguo régimen" será
una distopía, pero a mí personalmente me encanta.
Los otros
grandes perjudicados serán las iglesias y las religiones de masas. No por nada
los grandes mesías de la era de Piscis que acaba, Jesús y Mohamed, nacieron con
la gran conjunción en signo de agua (Jesús en Piscis y Mohamed en Escorpio).
Neptuno ahora tiene las de perder, y lo que va a imponerse será el
librepensamiento.
La de arena es
que Acuario es el signo de Rusia y Siberia. El signo de aire inmediatamente
inferior en el cuadrante nor-oriental en el esquema geográfico de Ptolomeo es
Libra, signo de la China y Mongolia. Parece que el siglo será el del renacer de
Eurasia, del que la gran alianza geo-estratégica formada por Rusia y China es
un signo premonitorio.
Enorme post.
ResponderEliminarGracias
Las Eras Astrológicas, basadas en el desplazamiento de las constelaciones con respecto al punto vernal por la precesión de los equinoccios, no son un invento de mediados del siglo XIX, como señalas erróneamente en el artículo. Esta doctrina es obra del gran maestro Abu Mashar al-Balkhi en pleno siglo IX.
ResponderEliminarLas Eras Astrológicas, basadas en el desplazamiento de las constelaciones con respecto al punto vernal por la precesión de los equinoccios, no son un invento de mediados del siglo XIX, como señalas erróneamente en el artículo. Esta doctrina es obra del gran maestro Abu Mashar al-Balkhi en pleno siglo IX.
ResponderEliminarTienes razón. Abu Mashar fue el primero en atribuirle sentido astrológico al desplazamiento de las constelaciones respecto del punto vernal pero, como reconoce Olaf Hammer cuando trata de Abu Mashar en "Claiming Knowledge" (página 73), "El concepto de eras astrológicas permaneció periférico hasta finales del siglo XIX y principios del XX. Los eventos celestes fueron ciertamente un elemento central en el arte adivinatorio durante la Edad Media y el Renacimiento, pero la importancia principal se le dio a la Gran Conjunción y a los eventos extraordinarios (cometas, aclipses). En torno al cambio de siglo teósofos y ocultistas comenzaron de nuevo a especular sobre el significado de las eras astrológicas."
EliminarAbu Mashar predijo que el auge del Islam duraría 610 años basándose en la Gran Conjunción, lo que recoge Ibn-Jaldoun, un historiador "serio", en su Muqadima. Si conoces alguna edición moderna (mejor en PDF) de las obras de Abu Mashar, te agradecería que compartieras el capítulo que trate de las eras astrológicas, porque sería interesantísimo.
Hay una tradición (apoyada por un documento, aunque ahora mismo no recuerdo el nombre) que hace morir a Jesucristo cercano a los 50 años de edad, lo que daría como año de nacimiento el 17 a.C. Como se ve, es bastante difícil determinar la fecha real. ¿En el 17 a.C.habrá sucedido algún evento astronómico/astrológico digno de mención y que indicara su nacimiento? Muchas gracias por sus análisis, para una aprendiz como yo, resultan de gran utilidad.
ResponderEliminarPues entonces se lo pongo como ejercicio. Estas son las efemérides suizas para los años 50 a.c. a 1 a.c. (no he encontrado programa que calcule por debajo del año 100).
ResponderEliminarhttp://www.astro.com/swisseph/ae50/ae__50_m0049.pdf
http://www.astro.com/swisseph/swepha_e.htm
Averigüe si en torno al 17 a.c. se produjo alguna configuración significativa, preferentemente en Piscis.