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BALTASAR: ¡Dios vos salve, señor!; ¿sodes vos estrellero? Decidme la verdad, de vos saberlo quiero. GASPAR: ¿Vedes tal maravilla? Nacida es una estrella. MELCHOR: Nacido es el Criador, que de las gentes es señor. Auto de los Reyes Magos

domingo, 5 de enero de 2020

"Steleros"

"Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?. Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. "En oyéndolo, el rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos trataba de averiguar el lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: "En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: 

                          " Y tú, Belén Efratá, tierra de Judá,
                           no eres, no, la menor entre los principales
                           clanes de Judá;
                           porque de ti saldrá un caudillo
                           que será pastor de mi pueblo, Israel."


Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos averiguó el tiempo de la aparición de la estrella. Después los puso en camino de Belén, diciéndoles "Id e irformaros bien sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle."

Ellos después de oír al rey, se pusieron en marcha, he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; luego abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Después, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino".



                   Adoración de los Magos, evangelio de Mateo; 2 1-17. Biblia de Jerusalén










Y nunca se supo más de ellos. A donde fueron, al menos en aquellos tiempos, porque han pasado más de 2000 años y aquí siguen; presentes, todos los años. Sabemos perfectamente quiénes eran son.
Niños y mayores les esperan ilusionados; pocas celebraciones populares son celebradas con tanto entusiasmo por parte del pueblo como la fiesta de los Reyes Magos. Tal vez puedas ser ateo, no creer en Dios, te puede dar igual la Navidad, pero presente en la memoria colectiva permanecen, después de más de 2000 años, siendo los personajes bíblicos que hasta el más ateo conoce a la perfección, y se los conoce hasta por sus nombres. Tal vez no veas una procesión en Semana Santa ni de lejos, pero puede que salgas cada 5 de enero a ver sus cabalgatas y desfiles, porque tienen magia, y hasta te siguen dando ilusión.

Todos los años se les rinde un homenaje en este blog, cuya portada de página está dedicada a ellos y la estrella que les acompañó a su destino, y la vinculación que tenían con el hombre más famoso de la Historia, Jesús de Nazaret. (por si os interesa):



http://estrelleros.blogspot.com/2017/01/tres-magos-tres-sabios-tres-astrologos.html

http://estrelleros.blogspot.com/2018/01/epifania-la-revelacion.html

http://estrelleros.blogspot.com/2019/01/leyendo-las-estrellas-los-tres-reyes.html



Tras salir de Belén, ¿dónde fueron, ¿qué fue de ellos?. Siempre será un misterio. El único evangelio que los menciona es el de Mateo, pero no dice sus nombres, sólo dice "unos magos". "Magos"; si fueses magos, tal y como conocemos el concepto hoy día, como hechiceros, practicantes de la magia o del ocultismo, no hubieran sido celebrados por el Cristianismo. La palabra "magos" viene del griego magós, un vocablo que hacía referencia a "hombres sabios" "hombres de ciencia", y este vocablo también hacía referencia a doctores, en el sentido de aquel que ostentara este título, era considerado un hombre muy sabio, ilustre, que incluso pertenecía, por su gran sabiduría, a una casta sacerdotal.


El "Auto de los Reyes Magos", pieza dramática toledana escrita probablemente en el siglo XII,  considerada la primera obra teatral española y en castellano, los define claramente como "steleros", en castellano "estrelleros": que saben leer e interpretar las estrellas, esto es: astrólogos.

Ya se puede apreciar en el pasaje bíblico cómo la profecía de Miqueas profetizaba el nacimiento del rey de los judíos anunciado por una estrella; los "magos" de Oriente llegaron a Jerusalén porque habían visto a la "estrella", al rey Herodes el Grande le tenía perturbado esta estrella pues la misma anunciaba a un rey que no era él y que venía a cambiar el transcurso de la Historia...
Uno debe saber de estrellas para saber qué quieren decirnos éstas, los magos dejaron atrás sus tierras por esa estrella, que fue la que les iba indicando el camino donde exactamente nacería aquel que vendría a ser el Mesías, cuyo nacimiento fue vaticinado por los profetas que aseguraban "será anunciado por una estrella".
Una estrella, ¿cuál?, ¿qué estrella provoca que unos sabios muy ricos cojan a sus séquitos y partan a un largo viaje para entregarle a un niño, nacido en un pesebre muy pobre, oro incienso y mirra?.¿Qué estrella era la que traía de cabeza a Herodes, que temía que una criatura tan inocente como un niño le fuera a usurpar el trono de "rey de los judíos"?. ¿Qué misterio guardaba la estrella de Belén?.¿Cómo vendría a ser de importante ese niño para provocar tal expectación y a la vez, en algunos, hasta miedo y respeto?.






Durante años se habló de Sirio, o la estrella Polar, otros decían que era la "estrella del Este". Pero la comunidad astrológica desde hace muchísimos años, se puso de acuerdo para afirmar, que probablemente lo que vieron estos "magos" muy sabios venidos del Oriente, fue la Gran Conjunción formada entre el Sol-Venus-Luna-Saturno-Júpiter en Piscis, entre febrero del siglo 7 A.C y febrero del 6 A.C; lo que indicaría que Jesús nació bajo el signo de Piscis (y una carta astral muy Piscis), en las fechas cercanas a la primavera de aquellos tiempos. La estrella que anunciaba el advenimiento de ese "Pez", que era pescador de hombres, e hizo a sus discípulos apóstoles, pescadores de hombres a su vez. En la profecía se anuncia que nacería "de una virgen", que "refulge en el cielo vestida de Sol con una corona de estrellas", y que el niño nacería "en la casa del Pan".
Como un pez se le identificaría por milenios, y así era su símbolo con el que se identificaban los cristianos primitivos (mucho antes de considerar a la cruz como emblema en Cristianismo). Las escrituras anunciaban que el niño nacería en la ciudad de David, y esa ciudad, era Belén.
A su madre, María, se le da el título de Virgen María, por ser "sin pecado concebida" (mujer virtuosísima y sin mancha). El signo opuesto a Piscis es Virgo, la virgen, que sostiene una espiga en la mano, y de la espiga, se produce el pan.
Belén, en hebreo "beth-lehem", significa "la casa del pan". Belén fue siempre muy pobre, ciudad de peregrinaje desde los tiempos de Raquel, y no obstante, es ciudad "de reyes", David, y su descendiente, Jesús, al que se le da el sobrenombre "de Nazaret", por ser su padre José, procedente de aquella ciudad.

Estaba escrito en las estrellas, desde tiempos inmemoriales, "desde que el mundo es mundo". Aquel que vendría a cambiar el curso de los tiempos, sería un "pez", un rey, nacido de Virgen en la casa de pan de la ciudad de David. Y esto lo sabían los sabios, que entonces eran "magos", pues eran hombres de ciencia, y entonces y hasta hace no tanto, la astrología era una ciencia respetable como otras tantas (hoy os dirán que no, pero eso nos da igual).


Astrológicamente, se dice de la conjunción Saturno-Júpiter que está presente en nacimientos de profetas mesiánicos. La estrella pues, no era una estrella cualquiera si tenía ese simbolismo, esa importancia, y era bien visible en el cielo, tanto, que sirvió de guía a los sabios. Qué importante vendría a ser esa estrella, y para apreciar esa importancia, había que conocer su significado, y eso lo sabían los sabios, a los que en la lengua de entonces se les llamaban "magos", los sabios que eran estrelleros.






Y entonces, los magos, esos sabios, los estrelleros, sabían leer e interpretar las estrellas, con el tiempo, recibirían el título de Reyes, pues la tradición dice que llegaron a Belén con un fastuoso séquito para adorar al niño, al que entregan esos dones carísimos. Si se tiene séquito, se viaje lejísimos con esos preciosos materiales, se presume que tienes un poder; en aquel tiempo los sabios/clérigos "magós" solían pertenecer a familias muy adineradas, y el conjunto de todas estas características termina desarrollando para ellos el título de reyes. Como nuestros protagonistas, que arribaron a Belén gracias a que conocían el mapa del cielo y lo que éste presagiaba, guiados por estas luminarias en el cielo. Se dice en la Biblia que venían de Oriente, pues los dones preciados que portaban para entregar como regalo al recién nacido Jesús de Nazaret, eran oro, incienso y mirra, especias y materias, especialmente las dos últimas, procedentes de Oriente. Y no se dice en ningún momento que fueran tres, sino que tres es el número que se le da oficialmente por tradición porque éste fue el número de regalos que recibió el niño. Tampoco se dicen sus nombres, pero todos sabemos que son Melchor, Gaspar y Baltasar. La primera vez que se descubrió este dato, fue en la iglesia de San Apollinar Nuovo, en Rávena (Italia); en el friso de la misma hay un mosaico del siglo VI que representa la Procesión de las Vírgenes, y esta procesión está guiada por tres personajes que llevan ropajes persas, gorro frigio y manos en actitud de ofrecimiento que van cargadas con cofres para ofrecérselos a la Virgen María, sentada en el trono sosteniendo en su rodilla a su hijo recién nacido. Encima de las cabezas de los personajes, se lee "Gaspar, Melchior, Balthassar..."







Con el tiempo, las leyendas aumentarían, así como la simbología añadiendo más detalles; se les terminaría representando con unas características físicas concretas e incluso se darían posibles lugares de procedencia. Hasta el papa Benedicto XIV, en su obra, "La infancia de Jesús", lanza la teoría de un posible origen español, más concretamente andaluz, como lugar de procedencia de los Reyes Magos, pues debate la posibilidad de que los magos fueran originarios de Tartessos, la actual Doñana, ese triángulo formado por Sevilla, Huelva y Cádiz. Curiosamente, aunque sean populares en medio mundo, especialmente en países de origen latino, es en España donde su fiesta se celebra por todo lo alto, sin faltar religiosamente (aunque no seas religioso ni creyente), todos los años el día 6 de enero.Tal arraigada están sus figuras en España que hasta nuestra primera obra teatral en nuestra lengua y en este país registrada como tal de la que se tiene constancia tiene que ver con ellos. Se los conoce en todos los países cristianos, por sus nombres, aunque la fiesta no celebren igual o con la misma emoción y fastuosidad; en el idioma inglés se les llama "The Three Wise Men" (los tres sabios), se les puede encontrar simplemente como "Three Kings", da igual cómo se les mencione, pero en todo el mundo, se conocen sus nombres y se sabe que eran  son Melchor, Gaspar y Baltasar, los Tres Reyes Magos.

Gaspar; del persa "kansbar", significa "administrador del tesoro", por contra a lo que pensemos, a Gaspar se le ha puesto como el primero durante muchos años, y puede tener sentido: por el nombre que tiene es se presume que portaba el oro, regalo que indicaba el linaje real del niño Jesús.

Melchor; nombre hebreo que significa "mi rey es luz", o "rey de la luz". Se presume que portaba el incienso, material que indicaba que el niño recién nacido tenía relación con lo divino, no sólo era un rey, era "hijo de Dios".

Baltasar; del persa "Bel-Sar-Utsor" "Dios protege al Rey", en casi todas las tradiciones es Baltasar quien portaba la mirra, que indicaba la condición mortal del niño, pues estaba anunciado que ese rey que acababa de nacer, moriría sacrificando consigo todos los pecados del mundo para ser resucitado.


Los tres tuvieron una revelación, una manifestación, que en griego se dice epiphanós "epifanía", pues gracias a la estrella por fin encontraron lo que buscaban, al niño que decían era un rey, ¿qué niño iba a ser rey siendo un recién nacido?; muchos niños llegan a ser reyes con el tiempo, pero había uno solo que desde que nació ya era rey, y su llegaba la anunciaban las estrellas.
Y el 6 de enero se celebra su día, el día de la Epifanía, esa manifestación que se dio en el cielo, de lo que tanto andaban buscando.
Aunque el día de la Astrología como disciplina, es el día del equinoccio de primavera, el día del astrólogo, el que lee las estrellas, es el 6 de enero, en honor a estos Melchor, Gaspar, y Baltasar; que ni eran reyes, ni eran magos. Pero son nuestros Tres Reyes Magos.
Eran estrelleros. Y son estrellas, pues si os asomáis por la ventana, en el cielo mirando al este, ahí están los tres, formando Orión, observándonos todo el año, para ver si hemos sido buenos.



Felices Reyes, feliz día del astrólogo.



Nos vemos en las Estrellas,











Lectio Stellae






6 comentarios :

  1. Buenas tardes, Lectio, un placer leerte, siempre aprendo algo nuevo...
    ¡Feliz dóa de los Reyes Magos!...
    Un cariñoso saludo.

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  2. Otra vez repitiendo algo que es conocido por todo el mundo, sería mucho pedir que hablaras de algo nuevo no tratado en el blog? te lo digo sin acritud Lectio, dado que resulta muy aburrido leer siempre lo mismo. En serio que no hay nada más interesante que comentar siendo la astrología tan vasta en conocimientos?

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    1. Todos los años por Reyes publico un artículo sobre los Reyes Magos y su figura, aparte del resto de artículos que se publican periódicamente en este blog.

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  3. Gracias!, Gracias por todo lo que nos has enseñado! Feliz día del astrólogo a todos los estudiantes del lenguaje universal.

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