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sábado, 21 de enero de 2017

Mesías, Avatares y Eras Astrológicas


He estado haciendo una revisión acerca de si es posible establecer un hecho astrológico definitorio del inicio de la era de Acuario. Ciertamente tampoco hubo un hecho astrológico definitorio del inicio de la era de Piscis, porque a Jesucristo se le pueden hacer cartas astrales diferentes según el criterio astrológico, tradicional o moderno, que se emplee, ni fue su nacimiento el único hecho astrológico que hubo. Es importante saber que para los astrólogos tradicionales lo importante era el ciclo de conjunciones Júpiter-Saturno, y que las eras de Acuario o de Piscis son conceptos bastante modernos.
La Astrología tradicional siempre ha dividido el tiempo histórico en periodos de hasta 960 años, subdivididos a su vez en 4 periodos menores de hasta 240 años, en función de las conjunciones de Júpiter y Saturno en signos de cada triplicidad que se repiten cada 20 años. Tras 240 años haciendo conjunción en signos de un elemento, pasan al siguiente. De fuego pasan a tierra, luego a aire, luego a agua, y vuelta otra vez a fuego. La conjunción cada 20 años es la pequeña. Cuando la conjunción al cabo de hasta 240 años pasa a signos de otro elemento se la llama mediana. Cuando la conjunción al cabo de 960 años vuelve a repetirse en el mismo grado del mismo signo se la llama grande.  Digo “periodos de hasta…” porque en realidad las conjunciones medias no se suman sino que en parte se solapan; antes de haber finalizado todas las conjunciones pequeñas en una triplicidad, pueden comenzar las de la siguiente, de forma que se alternan las últimas de la anterior con las primeras de la siguiente.
Tan asumido estaba que las conjunciones de Júpiter y Saturno marcaban los periodos históricos que se puede encontrar referencias a ello en las obras de los historiadores clásicos, no solo de los astrólogos. Abd el-Rahman Ibn-Jaldun (1332-1406) dedica todo el capítulo 52 de su muqadima (introducción) a la Historia Universal “a las vicisitudes de dinastías y de naciones, y que incluye una discusión sobre sobre las predicciones y una exposición sobre lo conocido como adivinación”. :
 “La Gran Conjunción anuncia acontecimientos terribles, como cambios de poder o de dinastía, o el paso del poder de un pueblo a otro. La Conjunción Media anuncia la aparición de disidentes, predicadores de nuevos movimientos, o la ruina de las ciudades y de la civilización que en ellas se asienta. La Pequeña Conjunción indica la aparición de personas que buscan hacerse con el poder.”
Al año platónico de 25.776 años dividido en 12 eras de algo menos de 2.160 años cada una se le llama así porque es un homenaje de los neoplatónicos a su mentor, pero Platón evidentemente no lo conocía. La Astrología tradicional supo que las constelaciones se desplazaban respecto del punto vernal (el 0 de Aries) a partir del siglo 2 AC, cuando Hiparco de Nicea midió la precesión (año 134 AC), pero no existe nada parecido a una teoría de las eras astrológicas en función del desplazamiento de las constelaciones respecto del punto vernal hasta mediados del siglo XIX.
Helena Blavatsky (1831-1891), la fundadora de la Teosofía, fue quien introdujo en Occidente el concepto hinduista de Kali-Yuga, la era de oscuridad por la que aún estamos pasando pero que está a punto de finalizar con la venida de Kalki, último avatar de Visnú, equivalente al Maitreya de la tradición budista. La noción de que estamos a punto de finalizar la era de la oscuridad es clave en la obra de Gurdjieff, de Guenon y en general de todo lo que se dio en llamar ocultismo.
Rudolf Steiner (1861-1925), primero seguidor pero luego disidente de la Teosofía, considera que las eras de la humanidad post-atlante, de 2.160 años cada una, están marcadas por la encarnación de 4 avatares: Lucifer, Cristo, Ahriman y Sorat. El mal absoluto es Sorat; Lucifer y Ahriman no son propiamente el mal, sino fuerzas evolutivas necesarias para la Humanidad, que representan los extremos del que Cristo es el justo medio: Lucifer es la iluminación psíquico-espiritual, Ahriman es el intelecto materialista. Steiner situaba la encarnación de Ahriman para alrededor del año 2000. La encarnación de Cristo marcó la era de Piscis, como la de Ahriman marcará la era de Acuario.
Como ya hemos tratado en este blog, el nacimiento de Jesucristo puede fecharse en el 7 A.C. porque ese año Júpiter y Saturno hicieron conjunción en el signo de Piscis. No obstante, esa era la penúltima (la última fue el 54 D.C. en 28º24’Piscis y en medio hubo dos en signo de fuego) del ciclo de conjunciones en signos de agua que había comenzado el 165 A.C. con la conjunción en 8º49’Escorpio del 16 de septiembre. Ese año tuvo lugar un acontecimiento trascendental en la historia del Judaísmo, la revuelta de los judíos contra el Imperio Seleúcida, liderada por Judas Macabeo. Fruto de esa revuelta fue la toma de Jerusalén al año siguiente y la purificación del Templo (profanado desde el 175 A.C. por los cultos paganos impuestos por Antíoco IV Epífanes) y restauración del culto a Yahveh, el 14 de diciembre del 164 A.C. (día 25 del mes judío de Kislev).  Ese día se conmemora desde entonces en el calendario judío como la fiesta de Hanukkah, que suele coincidir con la fiesta cristiana de la Navidad y se ha acabado contagiando del mismo espíritu consumista.
Se adjunta un enlace para quien quiera comprobar las conjunciones Júpiter-Saturno entre 582 A.C. y 2398 D.C. y si procede, sacar sus propias conclusiones: http://www.astropro.com/features/tables/geo/ju-sa/ju000sa.html
¿cuál fue el stellium que vieron los magos en el oriente? Entre febrero del 7 A.C. y febrero del 6 A.C. Júpiter y Saturno transitaron por Piscis, haciendo conjunción triple en mayo, octubre y diciembre del 7 A.C. Kepler situaba el nacimiento de Jesucristo el 22 de agosto del 7 A.C., porque entonces todos los planetas, salvo el maléfico Saturno, estaban en su domicilio: Sol en Leo, Luna en Cáncer, Mercurio en Virgo, Venus en Libra, Marte en Escorpio y Júpiter en Piscis, siendo Júpiter el dispositor de Saturno con el que estaba en conjunción. Sería la carta natal perfecta conforme a los principios de la astrología tradicional.
Otros astrólogos (Koch, Ferrari, Hughes y Seymour), empeñados en interpretar el texto del Evangelio "nacido de una virgen" como "nacido en el signo de la Virgen", sitúan el nacimiento de Jesucristo entre el 14 y el 15 de septiembre del 7 A.C., de forma que el Sol natal situado en 19º Virgo esté en oposición con la conjunción de Júpiter y Saturno en 19º Piscis.
Julio Hiriart propone el 18 de abril del 7 A.C., porque ese día a las 15 horas y 18 minutos hubo un eclipse anular de Sol, de forma que a pleno día pudieron verse todos los planetas conocidos.
La fecha preferida personalmente por mí para situar el nacimiento de Jesucristo es el 1 de marzo de 7 AC, porque es el momento de máxima concentración de planetas (Sol, Luna, Venus, Júpiter  y Saturno en Piscis, y Mercurio cerca en 24º Acuario), lo que representaría la señal perfecta para el comienzo de la era de Piscis. Ese día los magos verían un gran stellium sobre el fondo de la constelación de Piscis (el stellium de Belén). Ese es el significado de la portada de este blog. Evidentemente un héroe solar debe nacer con la Luna Nueva anterior al solsticio de primavera.


El siguiente gran profeta de la era de Piscis, Mohamed, nació el 22 de abril de 571 en la Meca, bajo una conjunción de Júpiter y Saturno en Escorpio, la primera en signo de agua en casi 7 siglos. Mohamed pasó desapercibido durante sus primeros 40 años de vida, pues no le fue revelado el Corán ni comenzó a predicar hasta 610. No obstante los astrólogos suponían que algo trascendental ocurriría ese año 571, y habían predicho que con esa conjunción surgiría un profeta entre los árabes y alcanzarían el poder, como ya se expuso en este blog a propósito de lacarta natal del Islam
El año 610 en que tuvo la revelación la conjunción se repitió, pero no en signo de agua, sino en Acuario. Por fin la conjunción volvió a tener lugar en Escorpio, en los 13º44’, el año 630, en que es ocupada la Meca, ciudad natal de Mohamed, lo que señala el triunfo definitivo de su movimiento. El primer califato, instituido a la muerte de Mohamed en 632 en la persona de su sucesor Abu Baker, está marcado por esa conjunción en Escorpio de Júpiter y Saturno.
El Califato de los Abbasidas duró hasta el año 1258, en que los mongoles toman Bagdad y ejecutan al último califa, Al-Mustasim, coincidiendo con la Conjunción en signos de aire, concretamente en Libra (signo atribuido a China, el Tibet y Mongolia).  La Conjunción en Escorpio de 1425 marca el restablecimiento del poder del Islam, esta vez de mano de los turcos otomanos. Constantinopla fue conquistada por el sultan Mehmed II en 1453, a los pocos años de la segunda conjunción en signo de agua, esta vez en Cáncer. El declive del Imperio Otomano viene a partir del ciclo de conjunciones en signo de fuego  que comienzan en 1603 en Sagitario.
De ponerle alguna fecha de nacimiento al capitalismo, yo la situaría hacia 1802, porque es cuando comienza el ciclo de 220 años de conjunciones en signos de tierra que justo acaba en 2020. El 16 de julio de 1802 Júpiter y Saturno hicieron conjunción en 5ºVirgo. La última conjunción de Júpiter y Saturno en signo de tierra fue el 30 de mayo de 2000 en 22ºTauro. La primera en signo de aire por otro periodo de 220 años será el 21 de diciembre de 2020, en 0º29’ Acuario.
El primero en introducir explícitamente el concepto de Era de Acuario es Serge Justinien Raynaud de la Ferriere (1916-1962), fundador de la Gran Fraternidad Universal. El situaba su advenimiento para el 21 de marzo de 1948, con su propia y modesta persona como avatar, porque era cuando según sus cálculos pasaba por el punto vernal la primera estrella de la constelación de Acuario.
Samael Aum Weor (1917-1977), fundador del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal, reclamó para sí en 1954 el título de avatar de la Nueva Era de Acuario, situando su advenimiento para el 4 de febrero de 1962. Ese día había un soberbio stellium en Acuario con Marte, Saturno, el Sol, la Luna, Venus, Júpiter y Mercurio, comparable al stellium de Belén del 1 de marzo del 7 A.C.. No obstante, había estado precedido el 19 de febrero de 1961 de una conjunción de Júpiter y Saturno en 25º 12’ Capricornio; por tanto todavía estábamos ese año en el ciclo de conjunciones en signo de Tierra.
El único personaje importante conocido nacido en fecha cercana a ese 4 de febrero es el actual rey de Jordania, Abdullah II. Nacido el 30 de enero de 1962 en Amman, tiene una gran conjunción de planetas en el signo de Acuario, y Marte en los últimos grados de Capricornio participa también de esa conjunción. Es por ahora una personalidad bastante discreta y moderada que gobierna como puede un pequeño estado sometido a fuertes tensiones, pero la gran conjunción de Saturno y Júpiter de 2020 a él le afectará de lleno, y coincide con la llegada de Plutón a su Ascendente en Capricornio. De haber un monarca para la era de Acuario, éste es el que más papeletas tiene.

El rey Abdullah II es descendiente del profeta Mohamed; su familia, los Hachemitas, eran los jerifes de La Meca, y su bisabuelo Hussein ostentó el título de Califa tras la destitución del último sultán otomano y la proclamación de la república en Turquía en 1924. A pesar de ello, no considero que vaya a protagonizar un resurgimiento del poder del Islam, porque la marea astrológica apunta a todo lo contrario: no comienza otro ciclo en signos de agua, sino de aire.
Yo me inclino por situar el inicio de la era de Acuario para el 21 de diciembre de 2020, no solo porque inaugura un periodo de 200 años de grandes conjunciones en signos de aire, (exactamente hasta el 2219), sino porque esa conjunción tendrá lugar en el grado primero. Esta conjunción, seguida del tránsito de Plutón a partir de 2024, activará el stellium de 1962, pero ahora dentro del ciclo de aire que tocaba.
Y ahora la pregunta del millón: ¿Qué podemos esperar de la era de Acuario? Pues como en todo, habrá una de cal y otra de arena.
El regente tradicionalmente atribuido a Acuario es Saturno. Urano desde que fue descubierto a finales del XVIII (coincidiendo con la independencia de los USA - qué casualidad) ha sido así mismo asignado a Acuario. Ambos planetas tienen en común ser "fríos" en el sentido de ser los antagónicos al Sol, regente del signo opuesto a Acuario, que es Leo. El Sol en cambio está exiliado en Acuario. El Sol, el astro-rey, siempre ha sido el planeta de los reyes y las monarquías; Urano es el gran rebelde planetario. Por tanto, la era de Acuario será el fin de las monarquías y en general de los liderazgos unipersonales, que serán sustituidos por las repúblicas y el liderazgo colectivo: las asambleas, las redes, los 15-M. Para los nostálgicos del "antiguo régimen" será una distopía, pero a mí personalmente me encanta.
Los otros grandes perjudicados serán las iglesias y las religiones de masas. No por nada los grandes mesías de la era de Piscis que acaba, Jesús y Mohamed, nacieron con la gran conjunción en signo de agua (Jesús en Piscis y Mohamed en Escorpio). Neptuno ahora tiene las de perder, y lo que va a imponerse será el librepensamiento.
La de arena es que Acuario es el signo de Rusia y Siberia. El signo de aire inmediatamente inferior en el cuadrante nor-oriental en el esquema geográfico de Ptolomeo es Libra, signo de la China y Mongolia. Parece que el siglo será el del renacer de Eurasia, del que la gran alianza geo-estratégica formada por Rusia y China es un signo premonitorio.

domingo, 18 de septiembre de 2016

La carta natal del Islam



Cuando la sección alcance el grado vigésimo séptimo de Piscis, que es cuando Venus está en su apogeo, y tenga lugar la conjunción de Júpiter y Saturno en el signo de Escorpio, que es el indicador de los árabes, surgirá la dinastía árabe y habrá un profeta entre ellos. Su fuerza y exaltación se mantendrán mientras queden  grados de exaltación de Venus, esto es once grados aproximadamente del signo de Piscis. La duración será de 610. Abu Mashar (astrólogo árabe) en su Kitab al-Qiranat.
Después comenzará a ascender Venus, que es el indicador de los árabes, hasta alcanzar su exaltación. Y alcanzarán el poder, porque el ascendente de la conjunción es Libra, cuyo dominante es Venus, que estará en exaltación en el momento de la conjunción. Eso indica que reinarán durante 1060 años. Hurmuzdafrid (mago persa)
La comunidad islámica durará lo que dure la conjunción mayor, es decir 960 años, hasta que vuelva a producirse la conjunción (de Júpiter y Saturno) bajo el signo de Escorpio, lo mismo que sucedió al comienzo del Islam.  Y cuando la posición de los astros cambie su forma y ya no sea la que tenía cuando la conjunción del Islam, la fuerza de éste disminuirá, o bien surgirán nuevas formas de pensamiento que necesariamente provocarán diferencias de criterio. Teófilo (astrólogo bizantino)
citados por Abd el-Rahman Ibn-Jaldun (1332-1406) en el capítulo 52 de su muqadima (introducción) a la Historia Universal “que trata sobre las vicisitudes de dinastías y de naciones, y que incluye una discusión sobre sobre las predicciones y una exposición sobre lo conocido como adivinación”.
Como recoge el historiador Ibn-Jaldun
“los astrólogos se basan, para hacer sus predicciones sobre las dinastías, en las normas astrológicas. Cuando se trata de asuntos que afectan a todos, como es el caso de imperios o dinastías, las hacen basándose en las conjunciones astrales, especialmente los dos planetas superiores. Ocurre que los dos planetas superiores entran en conjunción una vez cada 20 años. Tras una de ellas, se produce otra en otro signo de la misma terna, y se vuelve a repetir de la misma forma hasta que tiene lugar doce veces para cada terna, lo que requiere 240 años.”
Tras 240 años haciendo conjunción en signos de un elemento, pasan al siguiente. De fuego pasan a tierra, luego a aire, luego a agua, y vuelta otra vez a fuego. La conjunción cada 20 años es la pequeña. Cuando la conjunción al cabo de 240 años pasa a signos de otro elemento se la llama mediana. Cuando la conjunción al cabo de 960 años vuelve a repetirse en el mismo grado del mismo signo se la llama grande. 
“La Gran Conjunción anuncia acontecimientos terribles, como cambios de poder o de dinastía, o el paso del poder de un pueblo a otro. La Conjunción Media anuncia la aparición de disidentes, predicadores de nuevos movimientos, o la ruina de las ciudades y de la civilización que en ellas se asienta. La Pequeña Conjunción indica la aparición de personas que buscan hacerse con el poder.”
El profeta Mohamed nació el 22 de abril de 571 en la Meca, bajo una conjunción de Júpiter y Saturno en Escorpio, la primera en signo de agua en casi 7 siglos. Mohamed pasó desapercibido durante sus primeros 40 años de vida, pues no le fue revelado el Corán ni comenzó a predicar hasta 610. No obstante los magos y estrelleros suponían que algo trascendental ocurriría ese año 571. 




La carta de la conjunción de Júpiter y Saturno en 3º31’ Escorpio, que tuvo lugar el 31 de agosto de 751, tiene a Venus dignificado en su propio domicilio en 20º18’ Libra, como muy bien calculó el mago Hurmuzdafrid, aunque falló por algunas horas el momento en que la conjunción sería exacta, porque el Ascendente calculado para longitudes en la zona conocida ahora como Oriente Medio no está en Libra, sino en Géminis (la carta está sacada para La Meca); no obstante en ese momento la Luna ascendía en conjunción casi exacta con el Ascendente, como corresponde a la religión de la Media Luna. No eran entonces conocidos esos planetas por los estrelleros, pero Plutón regente de Escorpio en la casa 9 (la religión) en oposición a Mercurio señala una convulsión en las ideas religiosas, Urano regente de la casa novena en Acuario forma un dedo de Dios con la Luna y Mercurio, y Neptuno regente del Medio Cielo en Piscis en la casa 11 (los grupos) indica el surgimiento de un movimiento de masas que llegará al Poder. En cuanto a la predicción de Abu-Masar, entiendo que algún copista poco versado en astrología debió de haber cometido un error, cambiando a Libra por Piscis.
Mohamed había nacido ese mismo año de la conjunción, el 26 de abril a la 01:25 a.m. (22 de abril según el calendario gregoriano empleado por el programa). Júpiter y Saturno dominan la casa novena en Escorpio conjuntos al Nodo Sur, en oposición al stellium formado por el Sol, Venus, Neptuno y el Nodo Norte en la casa 3 (la comunicación). Está claro que su Karma era predicar la religión. Marte en conjunción con Lilith en 2º53’ Cáncer forma un gran trígono con la conjunción de Júpiter y Saturno en Escorpio y con Plutón en 28º Acuario, lo que indica que será cabeza de una religión que se extenderá fácilmente mediante la Yihad.



El año 610 en que tuvo la revelación la conjunción se repitió, pero no en signo de agua, sino en Acuario. Por fin la conjunción volvió a tener lugar en Escorpio, en los 13º44’, el año 630, en que es ocupada sin resistencia la Meca, ciudad natal de Mohamed (aunque él siguió residiendo en Medina donde murió y fue enterrado en 632), lo que marca el triunfo definitivo de su movimiento. En la carta de la conjunción de 630, Júpiter y Saturno están en la casa 3 en trígono con la Luna y Marte en Cáncer en la casa 7, y Plutón está en la 9; el Sol está en el Fondo del Cielo, marcando el triunfo en el lugar natal.



El primer califato, instituido a la muerte de Mohamed en 632 en la persona de su sucesor Abu Baker, está marcado por esa conjunción en Escorpio de Júpiter y Saturno en trígono con la Luna y Marte en Cáncer. Sin ánimo de hacer un recorrido histórico exhaustivo, casualmente en la carta de la batalla del Guadalete, con la que comienza en España el dominio musulmán,  aparecen bien dominantes esos signos.
 La batalla de Guadalete tuvo lugar el 26 de julio de 711 (30 de julio según el calendario gregoriano empleado por el programa), en lugar indeterminado cerca de la actual ciudad de Medina-Sidonia. En ella fue derrotado y muerto el último rey godo don Rodrigo por tropas bereberes al mando de Tarik. Según los cronistas, estuvo precedida por otros 7 días de combates, y comenzó al amanecer.





Plutón el regente de Escorpio, signo del Islam, está junto con el Sol sobre el Ascendente en Cáncer, signo de Africa del Norte y de los árabes en general. Marte y Lilith están en el Medio Cielo, como corresponde a batalla ganada gracias a la traición de una parte de los visigodos. Neptuno en la casa 9 (el extranjero) en Piscis signo de agua indica la nueva fe que se implanta en España. Júpiter y Saturno están ya en Virgo y Leo, respectivamente, pero acaban de hacer un par de años antes conjunción en Cáncer. Triple conjunción en Cáncer, si contamos a Plutón, que ya estaba.
El Califato de los Abbasidas duró hasta el año 1258, en que el caudillo mongol Hulagu Kan tomó y saqueó Bagdad e hizo ejecutar al último califa, Al-Mustasim. El lapso de 626 años que media entre 632 y 1258 se ajusta bastante bien a la predicción de Abu-Masar, que lo había estimado en 610 años. Seguramente Abu-Masar tuvo en cuenta que en 1186 comenzaba la Conjunción Media en signos de aire, concretamente en Libra. 60 años después (es decir 3 conjunciones pequeñas) corresponde al año 1246. La carta del eclipse de Sol que hubo el 14 de julio de ese año, poco antes de la conjunción, levantada para Bagdad, muestra al Sol eclipsado en el signo de Cáncer, compartiendo la casa 8 con Marte y Mercurio, y a Júpiter y Saturno culminando triunfantes en la casa 10 en Libra, estando el Medio Cielo en el grado primero de Libra. Libra es el signo atribuido a China, el Tibet y Mongolia desde la antigüedad, por lo que la conjunción en Libra tuvo que haber sido para los estrelleros árabes el anuncio incontrovertible de la invasión mongola.



La Conjunción Grande en Escorpio de 1425 marca el comienzo del restablecimiento del poderío del Islam, esta vez de mano de los turcos otomanos. El bizantino Teófilo consideraba que la repetición de la conjunción en Escorpio (a los 854 años y no a los 960, porque en realidad las conjunciones medias no se suman sino que en parte se solapan) iba a señalar el declive definitivo del Islam, y en realidad señaló un nuevo auge, que comenzó precisamente por la toma de su propio país.

Constantinopla fue conquistada por el sultan Mehmed II en 1453, a los pocos años de la segunda conjunción en signo de agua, esta vez en Cáncer. Se sabe que Mehmed ordenó que comenzara el asalto final el 29 de mayo de 1453 a las 2 a.m., (7 de junio según el calendario gregoriano empleado por el programa) porque era cuando le habían aconsejado sus estrelleros, que como puede verse lo asesoraban bastante bien. Efectivamente, la ciudad se rindió a las 7 a.m. de ese mismo día. Saturno está en el Descendente, lo que augura desdicha para el enemigo. Marte el regente del Ascendente está en la casa cuarta, indicando que el Sultán iba a tomar ese día la ciudad. La parte del Infortunio en la casa 4 junto a Marte es así mismo señal de desdicha para los defensores de la ciudad.





El sultán Selim I finalmente conquistó Egipto y los santos lugares de la Meca y Medina en 1517, asumiendo el título de Califa que hasta entonces ostentaba el depuesto sultán mameluco de Egipto.
El declive del Imperio Otomano viene a partir de la conjunción de 1603 en Sagitario, con la que comienzan las conjunciones en signo fuego. Ya en 1571 había sido la batalla de Lepanto.
Sobre los califatos modernos, trataremos otro día.