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martes, 3 de enero de 2017

El supuesto año nuevo del supuesto 2017


Claro que agradezco las felicitaciones recibidas y me sumo a los buenos deseos y al jolgorio general propios de estas fechas, pero debo advertir que, aunque el 1 de enero a las 0 horas, como todo lo que se celebra y se conmemora, tiene un significado astrológico, en realidad el año astrológico comienza en torno al 21 de marzo con el 0 de Aries. El 24 y el 25 de diciembre tuvieron su significado celeste en otra época, pero el desfase del calendario empleado entonces se lo hizo perder. El año 2017 de nuestra era, si nos atuviéramos a la efemérides histórica que supuestamente la inicia, debería de ser más bien el 2023. Finalmente, el acontecimiento que inauguró la era se celebra el 25 de diciembre porque el Cristianismo en su día tuvo que asimilar a otras tradiciones más antiguas, pero los astrólogos tenemos serios motivos para sostener que Jesucristo en realidad nació un 1 de marzo muy especial, porque tenía que ser muy Piscis.   
Los sumerios, caldeos y persas celebraban su año nuevo con el equinoccio de primavera, y precisamente hace 4.000 años, cuando se comenzó a practicar Astrología en Sumeria, el día del solsticio de primavera el Sol transitaba por la constelación de Aries. Mucho después se supo que las estrellas fijas no eran tales, sino que se movían a razón de unos tres grados cada dos siglos, es decir los 30 grados de un signo zodiacal tropical cada 2.000 años, se distinguió entre zodiaco de las constelaciones o sideral y zodiaco de los signos o tropical, y se estableció que el punto vernal, donde se produce la intersección entre eclíptica y ecuador y por donde transita el Sol el día del equinoccio de primavera, era el 0 del signo tropical de Aries, y a partir de ahí se trazaban los 12 signos tropicales, que toman su nombre del de la constelación con la que más o menos coincidían hace unos 2.000 años. Por eso el año astrológico comienza el 21 de marzo con el 0 de Aries, y es entonces cuando se traza la carta de revolución solar de ese año solar para cada lugar concreto.
Los antiguos romanos seguían esa tradición y comenzaban su año en marzo con el solsticio, mes de Marte porque era con el comienzo del buen tiempo que se reanudaban las guerras interrumpidas con el invierno. A partir del año 153 A.C. el comienzo del año se adelantó al 1 de enero, ya que la creciente complejidad de sus campañas militares obligaba a elegir antes a los cónsules de ese año, para que pudieran hacer los preparativos necesarios con la antelación suficiente.
Cuando el año 46 A.C. Julio César instituyó su calendario juliano, a fin de corregir el desbarajuste existente, el solsticio de invierno y celebración del nacimiento del Sol invicto caía el 25 de diciembre. El año juliano es de 365,25 días por año, con 3 años normales de 365 días y un año bisiesto de 366 cada 4 años. No obstante, la duración real del año solar no es de 365,25 días, sino de 365, 2425. Los años julianos se adelantaban respecto de los años solares 1 día cada 128 años, lo que llevó a que para el 354 D.C., cuando el papa Liberio decretó que el nacimiento de Jesucristo se celebrara el 25 de diciembre, ya no coincidiera con el solsticio de invierno, que se había desplazado al 21 de diciembre. El 0 de Capricornio tiene significado astrológico, pero como fase final del ciclo anual que comenzó con el 0 de Aries.      
¿Por qué digo que no estamos en el 2017 de la era cristiana? Porque Jesucristo no pudo nacer en el año 1, si el rey Herodes que ordenó la muerte de los inocentes de Bethlehem a fin de eliminarlo ya había muerto el 4 A.C.. El rey Herodes decretó la muerte de todos los niños menores de dos años que hubiera en Betlehem, por lo que Jesucristo debió de nacer entre el 7 A.C. y el 4 A.C.. 


Para afinar tanto el año como día de nacimiento contamos con la ayuda de la Astrología. Recoge el evangelio de San Mateo que unos magos “vinieron del oriente a Jerusalem” diciendo “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su stellium hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.” San Mateo no detalla su número ni sus nombres, que fueron objeto de tradiciones posteriores, aunque su origen tiene que ser persa, ya que emplea el término “magos” (magoi en el original en griego).  Entre febrero del 7 A.C. y febrero del 6 .C. Júpiter y Saturno transitaron por Piscis, haciendo conjunción triple en mayo, octubre y diciembre del 7 A.C.. ¿Qué mejor stellium (conjunción) que la gran conjunción de Júpiter y Saturno en Piscis, la última del ciclo de conjunciones en signos de agua? Eso ya lo advirtió Kepler en 1613, aunque él pensaba que la estrella de los Magos era una estrella nueva, es decir una nova, similar a aquélla que él había observado en 1604, que coincidiría con la conjunción Júpiter-Saturno del año 7 A.C. en modo similar a la del año 1604 D.C., estando relacionada la primera con el nacimiento del Cristianismo, y la segunda con la Reforma.
Algunos astrólogos, empeñados en interpretar el texto del Evangelio "nacido de una virgen" como "nacido en el signo de la Virgen", sitúan el nacimiento de Jesucristo entre el 14 y el 15 de septiembre del 7 A.C., de forma que el Sol natal situado en 19º Virgo esté en oposición con la conjunción de Júpiter y Saturno en 19º Piscis. Ello coincidiría con la tradición astrológica esenia que atribuye a los nacidos en el primer decanato de Aries y en el tercero de Virgo la máxima proporción de 9 partes de luz y 0 partes de tinieblas.
La fecha preferida personalmente por mí para situar el nacimiento de Jesucristo es el 1 de marzo de 7 AC, porque es el momento de máxima concentración de planetas (Sol, Luna, Venus, Júpiter, Saturno y Urano) en Piscis, lo que representaría el comienzo de la era de Piscis. Ese día los magos verían un gran stellium sobre el fondo de la constelación de Piscis (el stellium de Belén). No otro significado tiene la fotografía de la portada de este blog. Evidentemente un héroe solar debe nacer con la Luna Nueva anterior al solsticio de primavera. Su martirio y resurrección coincidirían con la Luna Llena posterior (Pascua judía o Pesaj), siendo el domingo de resurrección el inmediatamente siguiente a dicha Luna Llena.
El astrólogo Don Jacobs (1927-1981), quien pasó su vida estudiando esta carta, sitúa la hora de nacimiento a las 1:21 a.m.. Aparte de que la tradición sitúa el nacimiento a la medianoche, es normal que una gran figura religiosa tenga los planetas de su carta concentrados en el eje casa 3- casa 9. Igualmente el Ascendente en Sagitario. Los magos no lo conocían, pero Plutón y Marte en Virgo en la casa 9 opuesto al stellium en Piscis en la casa 3 es señal de quien va romper con el orden establecido hasta entonces, y va a pasar por grandes pruebas. El signo de la Virgen tiene protagonismo en la carta, porque el Medio Cielo, el lugar de la madre, está en 26º Virgo justo haciendo conjunción con la estrella Spica (que hace 2023 años estaba casi 30º retrasada respecto de la posición actual). Neptuno en la casa 11 (los amigos y los grupos) en trígono con la Luna Nueva es propio de quien va a tener discípulos y va a fundar su iglesia.

jueves, 15 de diciembre de 2016

¡Regocijaos!. Feliz (y retrógrada) Navidad




La Navidad es ese período del año que quiera uno o no, se termina por celebrar. Gusten o no gusten estas fechas. Hay mil planes, mil formas de festejar, otros no hacen nada en especial, pero una gran mayoría acaba sentándose a una mesa grande con más familiares a celebrar una cena, en unas fiestas de las que siempre se tiene una anécdota, y que cada vez más gente desea que terminen cuanto antes.
Cuando uno es niño se viven con otra ilusión, lo que es la inocencia misma. Antaño existían otros valores, otra forma de ver la vida y otra perspectiva sobre las fiestas del Solsticio de Invierno, lo que vienen a ser en realidad. Se celebraban igualmente grandes cenas, se reunían familias enteras, incluso era de rigor salir a pedir el aguinaldo y los había que daban propinas bien espléndidas a los chiquillos del barrio; es más: habían hasta niños jugando por la calle. Antes la sociedad funcionaba de otra forma; el padre salía a trabajar a su empleo fijo y con su sueldo mantenía a su señora y a una prole en muchos casos numerosa, las madres estaban orientadas al hogar y a la gestión de su familia y lo hacían con incluso vocación y devoción, los chavales esperaban con ilusión estas fiestas, Reyes Magos, regalos, villancicos y aguinaldo, risas y casi tres semanas de vacaciones. Todo el mundo parecía feliz, en la calle había ambientazo hasta en el barrio más alejado de la capital y parecía que la gente llevase una sonrisa en la cara; uno felicitaba el año al vecino, se tomaba una copichuela con el mismo mientras los hijos se enseñaban el uno al otro lo que le habían traído los Reyes Magos.
La gente era sin más, feliz.


Todo eso se ha perdido. Crisis, trabajos basura, contratos precarios, la incertidumbre de no saber qué va a suceder mañana en el trabajo, familiares con los que no te hablas, familias políticas que resultan un tostón y nadie lo disimula. Parejas que están unidas forzosamente por una hipoteca o por los hijos aunque ellos no se aguanten, aquellos que han emigrado y tienen que celebrar las fiestas solos, otros que tienen que estar en una mesa llena de gente que odia y gustaría de estar solo. Planes forzosos, como el salir sí o sí en Nochevieja con los trajes de boda y si no lo haces eres un triste, pues "es la mejor noche del año" (según algunos).

Hoy día es normal escuchar a los demás que odian la Navidad, los hay que se acostarían un 22 de diciembre y desearían ser despertados un 8 de enero. Hablando del día 22 de diciembre, aquí en España sabrán nuestros lectores de allende los mares que se celebra el Sorteo de la Lotería de Navidad, que es un acontecimiento social en el que probablemente esté todo el país o casi todo, involucrado. Pueden haber más participantes jugando a la lotería ese día que personas votando en las Elecciones Generales, y la lotería es otro debate social pues están de nuevo los que compran el décimo aunque ni les guste ni quieran pero no sea que en su trabajo caiga el gordo y sean los tontos del pueblo que no habían comprado; o está el entusiasta con una fe increíble (y poca cabeza probablemente) que se deja un fortunón, está el que lo compra a última hora y al que no le queda otra porque casi que se siente obligado y está el que decide que ni quiere lotería, ni quiere salir en Nochevieja y no tardan en llamarle "amargado".

Porque sí señores y señoras, la Navidad es una fiesta cuanto menos, impuesta socialmente y cada vez con menos espíritu. Pocos, nadie, o casi nadie, rememoran que en la tradición judeocristiana, la base de nuestra cultura, se celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret en una fecha adaptada por la primera comunidad cristiana y más tarde la Iglesia Católica para adaptar y fusionar la tradición pagana de la celebración del Solsticio de Invierno, momento en el cual el Sol entra en el signo cardinal de Capricornio y oficialmente en el hemisferio norte comenzamos el invierno y en el hermisferio sur estrenan el verano. Momento en el que se alarga la luz del día y el Sol "nace de nuevo" después de haber muerto en el Solsticio de Verano.

Si el ambiente que se respira es el del estrés y los nervios por unas fechas que parecen para algunos el caos absoluto con esas cenas, obligaciones, cuñados que lo saben todo y te van a dar la cena, reuniones de empresa, este año, más que nunca, prepárense que vienen curvas. La Navidad este año estará ambientada con Mercurio en posición retrógrada, y así despediremos y estrenaremos el año.

¿Qué significa cuando un planeta está retrógrado? Pues es esa fase en la que visualmente, desde la Tierra, pareciera que el planeta va hacia atrás; no se vayan a pensar que el planeta se para y hace la marcha atrás porque eso es físicamente imposible, pero si ustedes gustan de observar con un telescopio o desde un observatorio los movimientos planetarios, es curioso ver cuando un planeta se coloca estacionario y luego retrógrado. ¿Por qué los astrólogos solemos "temer" los períodos de Mercurio retrógrado?, pues bien, Mercurio es el planeta que rige la comunicación, desplazamientos, trayectos cortos, llamadas telefónicas, los vehículos, aparatos eléctricos como tablets,ordenadores, teléfonos móviles, cualquier electrodoméstico, el correo electrónico, las noticias sean buenas o malas, y las conversaciones, así como el tráfico y los atascos, por no hacer aquí la lista entera, que sería interminable. Todo esto tocado por Mercurio en fase retrógrada significa "retraso", paralización, atasco o caída del sistema, caos y estrés.
Cuando Mercurio se pone en fase retrógrada es normal que vengan los malos entendidos, cosas que no se quieren decir y se dicen, se habla más de la cuenta, se mete muchísimo la pata; los teléfonos no funcionan o se caen servidores de internet, es normal que las redes sociales se colapsen y no marchen bien; los atascos son normales así como el tener pequeños golpes con el coche y accidentes de tráfico que no son graves pero no hace falta que se explique lo que supone tener un susto en la carretera aunque lo "único" perjudicado sea el coche; el que alguien diga una cosa que luego resulte ser otra, jaleos; correos electrónicos que no se tenían que haber enviado; retrasos de todo tipo sobre todo en viajes por carretera, tren y avión; se suelen romper muchos aparatos eléctricos, la luz misma se funde, y ahora con las nuevas tecnologías los smartphones y la red definitivamente parecieran manejadas por el diablo.



Durante este período normalmente se recomienda andarse con mucho ojo con las cosas que se comienzan, procuren no comenzar nada importante, ni firmar contratos, ni mudarse, ni llegar a acuerdos firmados, y este año, más que nunca ahora que se nos vienen las Navidades, hagan el favor de tener mucho cuidado a la hora de comprar los regalos. Se pierde mucho la cabeza con esta posición por no hablar de los fallos que pueden presentar los teléfonos móviles u ordenadores; puede parecer exagerado pero comprar algún aparato  electrónico en un período de retrogradación es garantía de que se rompa y dure muy poco. La consigna es tener mucha paciencia, aprovechen que el planeta retrogradará en Capricornio que es un signo terrenal y se suele andar con pies de plomo.
En la comunidad astrológica se ha comentado mucho este año la unanimidad que ha habido concerciente a comprar regalos que incluyan teléfonos móviles y ordenadores por ejemplo, así como tablets. Muchos prefieren esperar a que termine el período y librarse de disgustos y de precios desorbitados en estas fechas y cuando llegue el mes que viene encima se adquieren los productos en rebajas. Cuando compren miren los precios, letras pequeñas, garantías y guarden los tickets, será normal que tengan que devolver algo.
Es normal en estos períodos que se pierdan cosas y que luego aparezcan como cosas de brujas, y también es una tradición que gusta mucho de traernos el mensajero de los dioses aquella en la que se tienen noticias de personas de nuestro pasado, sobre todo de las ex parejas. Que tu ex resurja en estos días es algo normal y asumido, y aunque no se le vea físicamente ni te contacte ni te envíe ese Whatsapp "por error", alguien te hablará de esa persona que tú creías enterrada para los restos. Cuiadito con lo que dejan escrito en foros y blogs, cuidadito con lo que hablan con su suegra en la cena de Nochebuena, miren bien lo que compran que a veces lo del 3x2 es mentira, y procuren ante todo ser prudentes al volante y tomar todas las precauciones posibles. En sus comunicaciones diarias, será normal que escriban y no les respondan, y viceversa, se ralentiza absolutamente todo lo correspondiente a la comunicación y la palabra.
Por si no fuera poco es normal que en estos períodos haga más frío, se suelen ver muchas aves en el cielo volando raudas a otros puntos buscando lugares más acogedores mientras pían ferozmente, así como es normal que se cojan muchos resfriados o se padezca de anginas y enfermedades respiratorias, da igual la época del año en la que caiga este fenómeno.




Mercurio rige a Géminis y  a Virgo, signos que deben estar muy pendientes porque es su planeta dominante y también los dos mutables más Sagitario y Piscis.

El pasado día 1 diciembre Mercurio se colocó en su posición estacionaria, que es aquella en la que el planeta visualmente, pareciera ir hacia atrás; lo hizo en el grado 28º de Sagitario. A esta fase en al que aún no está retrógrada pero empieza el movimiento hacia atrás, se le suele llamar "zona de sombra".
El día 17 de diciembre se posiciona en el emplazamiento sin aspectos, en Inglés, a esta situación se le denomina OOB (Out of Bonds), sin vínculo; no hay ni conjunciones, ni cuadraturas ni sextiles ni trígonos, el planeta danza solo en el cielo, con la única energía del signo en el que se encuentre en ese momento, en este caso, Capricornio.
El día 19 de diciembre comienza oficialmente el período retrógrado, toda la Navidad de 2016 marcada por la retrogradación; fenómeno que puede incomodar más si cabe unas fiestas en las que cada vez más gente pareciera tener menos espíritu a medida que pasa el tiempo. Lo que es una pena, desde luego.
Les recuerdo que acabamos de vivir una Luna Llena en Géminis signo regido por Mercurio, enfatizando mucho lo que está por venir.

Mercurio se colocará directo el día 27 de enero de 2017 en el grado exacto 15º de Capricornio, conjunto a Plutón, un grado después de aquel 14º el que se colocó directo el 25 de enero de 2016; observen lo que sucedió en esos días del año pasado para ver más o menos con lo que se pueden encontrar en esta nueva retrogradacíón. Al darse la conjunción con Plutón las palabras se vuelven dañinas, muy venenosas, situaciones no concluidas con enemigos, comunicaciones y peleas, tensiones con socios y amigos o parejas. Personas del pasado que resurgen, el ex o la ex o esa persona con la que hay algo inconcluso (no tiene por qué ser necesariamente un asunto amoroso), palabras que no se dijeron en su momento, firmas de contratos que trajeron problemas.

Mercurio retrógrado sí que es recomendable para re-hacer cosas, el prefijo "re-" es importante en este tiempo: revisitar, reformar, re-pintar, re-colocar, restaurar; muy bueno para llevar el coche al taller mecánico a pasar una re-visión, si tienen pensada una reforma en el hogar es ideal, cualquier arreglo en esta temporada es garantía de que el aparato dure muchísimo más porque si no se arregla ya no podrá funcionar jamás aunque se intente arreglar más tarde. Muy bueno para todo aquello que se dejó pendiente se re-haga de una vez y se termine.
No sólo es aplicable para los arreglos de las cosas y aparatos, ustedes pueden re-visarse a sí mismos, pueden re-meditar, pararse (retrogradarse) a observar actitudes, pensar sobre su situación personal, re-flexionar de cara al futuro, re-mendar y arreglar cosas que no les gusten de sus personalidades y tirar adelante, todo aquello que sea re-hacer para mejorar.

Mientras no pierdan la cabeza y actúen con paciencia un período de Mercurio retrógrado no puede suponer males mayores, dependiendo del signo en el que esté, esta vez le ha tocado a Capricornio, que tiene el pequeño inconveniente de tener a Plutón en ese grado. Normalmente los períodos retrógrados son mucho más heavy en signos de aire.
A aquellos que no les gusten estas fechas ármense de paciencia y hagan lo posible por pasarlas en paz y armonía, procuren alegrarse, que suelen ser fechas mágicas; para aquellos desencantados que una vez tuvieron ilusión, nunca es tarde, estamos en unas fechas muy bonitas que están en el último año teñidas por el paso de Saturno en Sagitario, el signo español, y es normal el ambiente plomizo, triste y casi de funeral que se ve últimamente. Párense y reflexionen, ¿por qué la Navidad nos hacía feliz cuando éramos niños?¿acaso creen que era exclusivamente por los regalos?.
No, en Navidad éramos felices porque teníamos esperanza e ilusión, de que aquello que se pedía se hacía con mucha fe porque se tenía la certeza de que nos lo iban a regalar, de que iba a venir. Ustedes dirán que es porque creíamos en una mentira, en realidad es porque teníamos sin más, esperanza e ilusión por el futuro. Sabíamos con total seguridad de que nuestro regalo iba a llegar.
Pueden pararse a re-flexionar y muy probablemente puedan volver  re-escribrir su propia historia. Quizás lo que más falta nos hace ahora más que nunca es tener la Fe de que todo a mejor puede cambiar.

Feliz Navidad.